La firma brasileña propició con coimas que el BNDES otorgara millonario préstamo a Mozambique para que se le adjudicara la construcción de un aeropuerto que ahora causa pérdidas económicas.
Jueves, 15 de junio de 2017
Adérito Caldeira / @Verdade
Investiga Lava Jato*
MAPUTO. Los tentáculos de la corrupción de la empresa brasileña Odebrecht en el continente de África se han evidenciado recientemente aún más con la revelación de documentos internos y testimonios de colaboradores eficaces que conocieron las actividades ilegales de la compañía en Brasil.
En diciembre pasado, la constructora brasileña reconoció ante el Departamento de Justicia de Estados Unidos que pagó sobornos por obras en Angola (50 millones de dólares, entre 2006 y 2013) y Mozambique (900 mil dólares, de 2011 a 2014).
En relación a la nación mozambiqueña, como parte del proyecto colaborativo “Investiga Lava Jato”, se reveló hace unos días que gran parte del financiamiento para la construcción del aeropuerto de Nacala, ejecutado por Odebrecht, fueron utilizados en la adquisición de bienes y servicios, situación que causó perjuicios y sigue acumulando pérdidas al país africano.
Los primeros indicios apuntan a que una fracción de los sobornos se empleó para agilizar los trámites de los fondos —en calidad de préstamo—del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil) que estaban destinados a la edificación del aeropuerto al norte de Mozambique, que tuvo un costo de más de 250 millones de dólares, según manifestó en 2014 el entonces gobernante mozambiqueño Armando Guebuza.
Para entender lo sucedido hay que remontarse a 2010, cuando se aprobó el financiamiento de 80 millones de dólares procedentes de BNDES, vía la Cámara de Comercio Exterior de este país (Camex), para la referida construcción, la cual empezó en 2011 y finalizó en 2014.
En 2009, el entonces presidente Lula Da Silva recibió en Brasil al gobernante mozambiqueño Armando Guebuza. Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
Al respecto, el ex ejecutivo de Odebrecht, Antonio de Castro, afirmó que la secretaria ejecutiva de Camex, Lytha Spindola, recibió una comisión irregular (0.1% sobre los créditos efectivamente concedidos) por el mencionado proyecto aeroportuario en Nacala.
De acuerdo con esa versión, brindada como parte de su acuerdo de colaboración con la Fiscalía de Brasil, Spindola consiguió gestionar con rapidez el préstamo bancario a cambio de pagos indebidos.
El delator añadió que “pidió apoyo de Luiz Eduardo Melin (jefe del gabinete del entonces ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega) para defender las garantías de Mozambique ante el Comité de Financiamiento y Garantía de Exportaciones, órgano vinculado a Camex, aunque el sustento fuera débil frente a las dificultades financieras de la nación africana.
Un informe y documentación de las cuentas de la empresa Aeropuertos de Mozambique, publicado en octubre de 2016, indicaron que los préstamos del BNDES para el aeropuerto de Nacala fueron de 125 millones de dólares, en total.
La empresa brasileña Odebrecht se estableció en Mozambique en 2006 para iniciar la construcción de la mina de carbón Moatzie, en la provincia de Tete, en el centro de Mozambique, en alianza con la empresa Vale do Rio Doce.
El 19 de junio de 2009, formalizó el inicio de negociaciones para la construcción del aeropuerto de Nacala, en el norte de Mozambique, a través de un memorando de entendimiento con el ministerio de Transportes y Comunicaciones, durante la gestión de Paulo Zucula.
El 21 de julio, los presidentes de Mozambique, Armando Guebuza, y de Brasil, Lula da Silva, manifestaron su apoyo al inicio de las operaciones en conjunto entre estos países, contemplando los proyectos que fueron priorizados.
Entre tanto, en 2012 Odebrecht había concluido la construcción del terminal de carbón en el Puerto de Beira, en la provincia de Sofala, en asociación con las compañías Vale do Rio Doce y Rio Tinto (minera australiana).
Antes, había rehabilitado 153 kilómetros de la carretera Inchope-Machipanda y ampliado el carril de la Carretera Nacional Nº 6, puerta de entrada y salida hacia el puerto de Beira.
Paralelamente, Odebrecht había iniciado negociaciones para la construcción de un sistema de transporte urbano de pasajeros (BRT - Bus Rapid Transit).
(*) Este informe forma parte del proyecto colaborativo “Investiga Lava Jato” en el que participan periodistas y medios de 11 países de América Latina y África.